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¿Han enterrado los templarios el santo grial en la huerta de su vecino?

Amigos, el canal de Historia está cambiando mi vida. Siguiendo el plan del post anterior, hoy me gustaría compartir el profundo impacto que me está causando la serie documental que por primera vez se emite en España (estrenada el pasado mayo) “Misterios enterrados” ("America Unearthed"), presentada y dirigida por el inefable Scott Wolter, geólogo forense y templario-adicto.

Scott Wolter (a la izquierda)
Todos los lunes a las 22:55 (y martes a las 14:40) Wolter nos descubre misterios arqueológicos de América que se basan en conexiones insólitas entre hallazgos aparentemente irrelevantes del tipo: piedra rara en una mampostería chunga; rayas en un canto de un rio; una ventana por la que se ve el planeta venus; un pozo de huerta que conduce a un tesoro... Y al más puro estilo de los antiguos cazadores de vestigios, Wolter y amigos presumen abundante y vanidosamente de haber descubierto algunos enigmas verdaderamente estremecedores del tipo: el vínculo entre los granjeros de New Hampshire con los fenicios (los fenicios, sí, esos fenicios…).

EL TEMA: NACIONALISMO TEMPLARIO
Uno de los rasgos característicos de la serie consiste en descubrirnos algo relativamente abundante en la Arqueología estadounidense, y es la presencia de “expertos” dados a un tipo de nacionalismo peculiar que consiste en demostrarse a sí mismos que el continente americano fue visitado muchas veces antes por europeos blancos, sajones y en el futuro protestantes, que por españoles, italianos o portugueses, bronceados y católicos. Pero lo más sorprendente de la serie en cuanto a los temas es el pesado retorno de sus autores al más que manoseado asunto templario en su particular visión nacionalista también. Según Scott Wolter, los caballeros del Temple prácticamente fundaron los Estados Unidos de América, cosa que se demuestra (en la serie documental) de dos modos principalmente: uno, asumiendo que los masones son la refundación del Temple (y esos sí son reconocidos como fundadores, pero que pertenecieran a una orden del siglo XIV ya es otro discutido temazo), y dos, “encontrando” huellas templarias por todo el territorio de Estados Unidos y Canadá. Usted da una patada a una piedra, y allí tiene la X marcada templaria, el blanco y rojo templario, la planta circular templaria, la cruz de malta que se supone que era de otra orden pero en realidad era de los templarios, pero eso solo lo sabían unos pocos elegidos que bla, bla, bla… 
La X marcada templaria

Debo confesar que el racismo subrepticio de Wolter y su más deliberado cansinismo Ordo Templi me resultan por sí solos irritantes, amén de argumentalmente empobrecedores. Sin embargo, lo siguiente en escandalizarme de este hombre es que su fuente más citada para los asuntos del Temple sea El Código Da Vinci. Qué mal debe de estar en verdad el sistema educativo estadounidense para que sus geólogos forenses aprendan historia medieval europea a través de las novelas de Dan Brown. Semejante economía cognitiva no es occamismo (coartada frecuente de las simplezas del pragmatismo, convertido a su vez en una especie de coartada nacional). Semejante economía cognitiva es el camino más corto al cretinismo. Y, naturalmente, no me extraña nada este regusto que le han cogido en el canal de Historia a la inventiva, porque con semejantes fuentes de investigación la información no alcanza y se nos echan al monte a inventar. Pero permítanme un ejemplo… porque hay más…

UN EJEMPLO: “QUÍTAME EL GRIAL DE LA HUERTA…”

Capilla Rosslyn en Escocia
Cap. 13 (temp. 1) "Hunt for the Holy Grail".

Wolter intenta desvelar el destino del tesoro templario que según Dan Brown (en ningún momento se duda de sus novelas como fuente) fue guardado por el Conde Henry en Escocia, en la conocida Capilla de Rosslyn que sale en la peli. No obstante, Wolter y su magnífico ego, descubren (a lo Schopenhauer, por intuición pura) que en realidad de verdad, el tesoro de los templarios fue traído a América por los descendientes de Henry (los Sinclair, antes Saint Claire, candidatos a merovingios del año…), y que estos lo trasladaron secretamente a algún lugar de Nueva Escocia, que él cree que tiene que ser el pueblo de New Ross (porque dos y dos son cuatro, y Ross y Ross son… los templarios). Así que van para allá a hurgar entre las piedras y efectivamente encuentran una roca granítica en una playa en la que hay una V templaria (¿?) perfectamente marcada en su superficie y que significa que los chavales del Temple pasaron por allí y allí hicieron de las suyas. Para confirmar, intentan localizar algún “mapa del tesoro” que les pueda conducir al tesoro mismo, y efectivamente, ahí en mitad del pedregal encuentran unas misteriosas piedras cuya disposición coincide con la forma del archipiélago de Nueva Escocia (además de todas las demás piedras de la playa que podrían ser las pirámides del Valle de los Reyes, las torres de la muralla china, el nuevo calendario maya, la constelación de Orión y un sinfín de malabarismos gestálticos). Pero hete aquí que entre las piedras del supuesto mapa hallan también una marca que nadie duda que indique el lugar donde el tesoro se enterró. Y ahí que se presentan en la finca de un paisano a decirle que oye, que te vamos a excavar el pozo de la huerta porque tienes ahí el Santo Grial, y tampoco es cosa… 

El paisano, más contento que unas castañuelas, les deja hurgar por aquí y por allí y encuentran unas piedras que interpretan como un claro castillo de factura medieval (medieval europea, claro, no iroquesa). No hay marcas. Pero como de lo que se trata es de un tesoro de oro y piedras preciosas, contratan a unos buscadores expertos que se vienen con lo que muy eufemísticamente llaman “localizador de largo alcance, que consiste en un detector de metales normalito y unas varillas metálicas tipo L-rod, o sea, de geomancia (dícese de la disciplina que se ocupa de las fuerzas y saberes secretos y mágicos asociados a la tierra, las piedras y algunos lugares especiales a los que se atribuye poder esotérico). Estas varillas, que he probado en alguna ocasión para medir mi aura y cosas por el estilo, funcionan más o menos como el híbrido de un péndulo y la varilla del zahorí, y sirven a Scott Wolter y sus avezados esbirros para localizar dónde está el Santo Grial, y tras rigurosas triangulaciones varillísticas, resulta que el Grial está enterrado en una pequeña cueva a la que se accede a través de un pozo. Nervios… 

El pozo de marras...
A punto de desenterrar uno de los más preciosos tesoros de la Cristiandad, uno de los mitos más relevantes de todos los tiempos, el mayor hallazgo arqueológico después de la tumba de Agamenón de Schliemann (que demostró que la Ilíada de Homero tenía un trasfondo histórico), el muy cenutrio, el muy cabestro e incapaz, el tío burro, negligente, botarate, churralaire*, peinabombillas, chupacandaos, desgraciado y mamarracho… ¡¡¡¡contrata una pala excavadora para acceder al habitáculo del tesoro!!!! Insensato, majadero, adoquín… aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaargh!!!! Alcornoque, inútil, tontoelculo, vergüenza de todas las profesiones, impostoooooor!!!!

Ay… ay… Y estaba yo tan entregada a la riqueza ofensiva del español, que casi me pierdo lo mejor de todo. Amigos, esto no ha terminado porque el desgraciado metió la pala en el presunto habitáculo dispuesto a arrasar con todo y ¿qué pasó? Oh, el Santo Grial no está… Qué sorpresa… (Diossssss...)

Entre “¡¡¡Aaaaaaaaaaaargh!!” y “¡¡¡¿Por qué veo estooooooo?!!!” pude escuchar de soslayo que el propio habitáculo del tesoro vaticinado por los expertos del “localizador de largo alcance” tampoco existía. Aunque no había terminado de gritar, pude escuchar con nitidez las siguientes explicaciones a lo que acababa de pasar y que les ruego que comprueben por ustedes mismos: 
  • Que el fantasma del príncipe Henry era el responsable de proteger el tesoro de los templarios y estaba actuando para ocultarlo ante su vista,
  • Que los templarios “siempre van un paso por delante, ya lo decía la película” (El Código Da Vinci), y que lo habían movido de allí
  • Que a lo mejor no era el Grial lo que estaba ahí, sino el Arca de la Alianza, que está protegida por magia muy poderosa
  • Y que había demasiados indicios como para que ahora no estuviera ahí, así que o seguía ahí y no podían encontrarlo o por lo menos ya daban por confirmado que ahí había estado el tesoro fijo, aunque lo hayan movido… 
Y peor que peor… en cada episodio este negado se columpia buscando alguna cosa que no encuentra. Scott Wolter no tiene vergüenza y yo no tengo perdón, pero ¿el canal de Historia? Virgen Santísima…

CUESTIONES DE OBJETO Y MÉTODO

Wolter no consigue demostrar una hipótesis ni de coña, pero es uno de esos héroes del postfalsacionismo postpopperiano aficionados a cuestionar los métodos ortodoxos porque no le dan la razón a sus intuiciones. Aunque no son los métodos que yo usaría, utilizar las varillas de zahorí, los médium o la astrología egipcia en una investigación me parece original, desafiante y tal vez necesario para visitar el lado salvaje de la ciencia de vez en cuando y producir un par de ideas guapas de esas que proceden más de la poesía que del laboratorio. Vale, pero Wolter no es un imbécil por darse a la geomancia, es un imbécil por irresponsable. Dicho esto, creo que el verdadero objeto de estos temazos que proliferan en el canal de Historia está en la repetición machacona de lo misterioso que es el misterio. 

En La construcción antropológica de la religión empecé a escribir sobre esto (sin obtener mucho crédito por mis lectores de entonces), pero pensaba y sigo pensando que el énfasis en el misterio por el misterio es uno de los temas clave de nuestra cultura religiosa. Aunque hay varias razones, hoy me interesa un aspecto de esto y es la peculiar convergencia epistemológica de objeto, método y difusión en este asunto, es decir: 1) el uso de herramientas misteriosas para producir misterios, 2) la crítica de las metodologías ortodoxas como vía a la producción de “información” heterodoxa, 3) la ambigua relación de subalternidad-hegemonía que este planteamiento tiene con respecto a la ciencia ortodoxa, de la que se burla pero sobre la que navega sin prejuicios, y 4) el papel que los medios de comunicación tienen en la divulgación de imágenes y discursos científicos y para-científicos sesgados para el sensacionalismo. Y si algo hace buen servicio al sensacionalismo es el misterio por el misterio, o sea, la investigación bizarra autorreferencial, el enigma revelándose como enigma (en el primer párrafo escribí: “descubrir enigmas”, que no resolverlos), la hermenéutica del sinsentido como sentido, la nada que podría ser todo y el intenso poder evocador del “podría ser”… El “podría ser” que reviste “estas concepciones con una aureola de efectividad tal que los estados anímicos y motivaciones parecen de un realismo único” (Geertz). O sea, ¿religión?

Qué veranitooooo…
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*churralaire: dícese del incauto que orina contra el viento

5 Comentarios:

13 de agosto de 2013, 11:43 Anónimo dijo...

Cuando la ciencia y lo científico se aleja de nuestras capacidades cognitivas. Nos queda el recurso de los atajos.
Yo no conseguí salir con bien de la ecuación de Schrödinger, porque estaba apoyada en un castillo de construcciones lógicas para las que me faltaba formación y conexiones neuronales suficientes.
Podrían haber aparecido signos, revelación de un arcangel claro esta, sobre la dualidad onda/corpusculo de la naturaleza de los electrones; que vinieran a explicar el fundamento de los Rayos X. Pero el tal arcangel debía estar de cañas por tribunal.

Los atajos que los conocimientos trasmitidos por las fraternidades universales, guardados en los arcanos de comunidades guardianas del arca de la alianza, o en los restos resecos del fondo del grial, ponen a los seres preeminentes por delante de tanto marisabidillo becado, de pelajes dispares y orígenes poco selectos, que llegan incluso a Catedráticos o Jefes de departamento.

El pensamiento mágico es un atajo redistributivo, que nos permite emocionarnos tanto, o mas si cabe, que el que se encontró el verano pasado con el bosón de Higgs. Nos permite hacer descubrimientos (o sospechar que hemos descubierto), cosas que tienen importancia para la humanidad; mas que la teoría de las cuerdas. Permite poner a la gente en el lugar que se merece, por su posición, y su orígen y mantener a quien corresponde en el lugar que le corresponde.

Las universidades y centros de investigación se han llenado de una masa de: 1º "jóvenes", 2º "de culturas razas y orígenes subalternos", 3º "su único aval son sus méritos académicos".

Es una descalificación de toda estructura social posterior a la construcción social del medievo.

Los nacionalismos y el romanticismo decimonónico idealizaron las sagas nobiliarias que mantenian sus genes en plena revolución industrial.

Los WASP buscando unos orígenes templarios en la construcción del los USA.....si.... .

El canal Historia no es mas que una forma de avalar desde las productoras de cine y televisión a un mercado que reivindica la regresión (regresión= termino evolucionista donde los haya) a estructuras y valores sociales estables.

En fin ahora me voy a cenar.

Ana la de la Carpetana.

15 de agosto de 2013, 2:59 Anónimo dijo...

Siempre ha habído individuos prestos a explicar los misterios de la naturaleza.

Siempre ha habído individuos, quienes por contacto con verdades reveladas, han explicado a sus contemporaneos la realidad de la cosmogonia que alumbra todas las explicaciones causales. Para aquellos fenómenos para los que hace falta abandonar la lógica, no pasa nada, se abre paréntesis se abandona la lógica se construye un "misterio" y se cierra paréntesis.

Estos individuos, terminan por gozar de predicamento, preeminencia social y en la mayoría de los casos, de mucho poder.

Ana la de la Carpetana.

16 de agosto de 2013, 3:39 Dr.Gameboy dijo...

Si es que es muy fuerte, a raíz de tu anterior post me ha dado por ponerme el canal de historia mientras desayuno... hace unos días me vi uno de las pirámides de Bosnia que dejaba a Stargate como un frío documental de perogrullo (teoría de cuerdas, viajes de conciencias...) y hoy por la mañana... "Dios fácilmente podían ser los extraterrestres", el diluvio universal lo provocaron ellos para deshacerse de la especie que habían creado genéticamente porque el experimento "se les había ido de las manos".

Pero mientras lo veía en vez de reírme irrespetuosamente pensaba... pues oye puestos a hacer actos de fé ¿tampoco vamos a determinar qué creencia es mas ridícula que la anterior no?

16 de agosto de 2013, 11:12 Anónimo dijo...

...TENGO UN MITO....
Dios creo al hombre de barro de una charca gurripitosa, y como estaba cansado de haberse pasado una semana de currar y de currar, de separar esto de lo otro:

-¡los de la luz para allá!, los de las tinieblas quedaros ahí. Eso es...los de la luz tomad el sol; haber la luna y las estrellas bueno colocadlas ahí y ahí a ver si se quedan pegadas y no se caen.
-lo de arriba el cielo bien sujeto abajo la tierra.
-¡Vamos, vamos!: las aguas ahí y la tierras de aquí hasta allí. Sobre la tierra las semillas y las plantas...si en la parte seca...no en esa tan seca no...en esa.
-las aves...¡atentas las aves!...a ver ...a volar, pero a volar por el aire, o sea por la parte de arriba...bueno... las gallinas son
tontas que vuelen por donde quieran; si es que quieren volar. Los peces echarlos al agua. ...ah y aprended a multiplicar porque tendreis que multiplicaos. (unos aprendieron antes que otros,...algunos se extinguieron por no saberse las tablas). Los otros animales que corran y salten por donde puedan; los que no tengan la pezuña hendida que esperen hasta que cree a los podólogos.

La cosa no fue fácil; aunque el cielo estaba arriba, a veces caia agua y los mares y los rios a veces se salían de sus cauces. Debió de ser algo parecido a cuando mi madre coloca los armarios.

-El agua siempre se sale y forma charcos y ya cansado creo Dios al hombre amasando el barro de una cienaga. Pero no le gustó nada, fué la parte de la creación que menos le gustó,...quizá el cansancio..., despues de una jornada de descanso, le arranco un trocito de barro de las la zona de las costillas y amasandolo, esta vez sí, con cuidado y mimo...creó Dios la mujer.

Ana la de la Carpetana

17 de agosto de 2013, 10:39 Anónimo dijo...

Ahora la CIA reconoce (arguye), que no se ha dedicado a investigar el fenómeno UFO, sino a desarrollar técnicas aerospaciales de espionaje.

http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/17/actualidad/1376745703_520917.html

Ahora que estaba construido un género literario, que ha dado sus buenos dividendos a la industria editorial vienen y te dicen que.... es mentira...que los reyes son los padres.

Siempre nos quedará el canal Historia.

Ana la de la Carpetana

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