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gracias por el pescado

Una antropología de la religión para Juego de Tronos

¿Quién no sabe a estas alturas qué es Juego de Tronos? ¿Esos libros con dibujarracos en las portadas que se venden por palés en el Corte Inglés? Esos. ¿Esta serie medieval... la del enano ese? (definición de mi padre) Esa, esa, sí. En realidad, como sabreis, el título "Juego de Tronos" que lleva la serie es el del primero de los libros de la cacho saga de Canción de Fuego y Hielo, de George Martin, un escritor talentoso, con un gusto gastronómico excelente (sólo por los guisos que describe en los libros ya merece la pena la lectura), y con una capacidad para las tramas políticas que ya quisiera Maquiavelo.

Sin embargo, entre sus muchas virtudes la que me tiene más impresionada es una muy poco frecuente: el más cuidadoso, complejo y coherente tratamiento de los aspectos religiosos, incluyendo modalidades diversísimas desde la hechicería a los oráculos y profecías, pasando por un montón de instituciones religiosas distintas, y todas ellas conviviendo en una misma obra. De verdad, impresionante. De un talento antropológico exquisito.


Reduciendo fatalmente su complejidad, describiré algunas pinceladas generales. En la saga hay al menos estos sistemas religiosos (y "religioso" aquí se usa en sentido antropológico generoso, no estrictamente durkheimiano):

  1. La religión de Los Siete y la institución de los septones y septas célibes. Organizados al estilo parroquial en Septos, con una distribución territorial aparentemente planificada. Tienen una sección marginal de mendicantes y una curiosa (y prohibida) rama de "gorriones" (cuando estaban permitidos se llamaban "hijos del Guerrero") que fungen de profetas milenaristas al estilo Thomas Munzten o Jan Hus, o sea, revolviendo a las masas. Son la religión dominante desde que pactaran con Aegon el Conquistador (heroe civilizatorio típico, clase III) y cumplen un rol político como legitimadores de nombramientos, matrimonios, en casos de ordalías y cosas así. Aunque en muchos foros se dice que son como la iglesia católica, lo cierto es que no son monoteístas exactamente. Los Siete son un panteón que representa a un único dios con siete avatares que representan arquetipos de la organización social: el Guerrero, el Herrero, el Padre, la Madre, la Vieja, la Doncella y el Desconocido (así se ha traducido pero en realidad es The Strange). No he encontrado aún una cosmogonía del panteón, pero se dice que llegan con el pueblo de los ándalos, un pueblo invasor de la isla "Poniente" donde se desarrolla la trama principal y que es un trasunto literario y mítico de Gran Bretaña (de ahí que hasta cierto punto, retoriciendo hilos, estos ándalos y sus siete tengan coincidencias con los sajones, con un panteón de tipo germánico, que precisamente se cargaron el primer cristianismo romano en la isla, un cristianismo estrictametne aristocrático, y lo fueron convirtiendo en otra cosa más de vestir con sacos y eso).
  2. El otro sistema principal, que no suele considerarse como religioso por las webs frikis pero para mi lo es y mucho, es la Hermandad de los Maestres. No se consideran religiosos porque no tienen dioses propios (respetan a los dioses antiguos y a los nuevos) y no ofician ritos exactamente (pero tienen prácticas mágicas y sobretodo algo parecido a la alquimia) y porque su rollo es más bien orientado al conocimiento (no al culto). Sin embargo, aunque haya quien los considere proto-científicos, lo son de tal forma que también pueden considerarse al mismo tiempo un sistema de creencias y prácticas relacionadas con lo sobrenatural. Y esto me parece importante porque sólo en la modernidad se establece la separación magia-ciencia-religión (sea a la Durkheim-Mauss o a la Eduard B. Tylor), y justamente lo que Martin muestra es un mundo en el que tales cosas como ciencia y religión no tenían aún una política de campos bourdieanos. Así pues, los maestres son guardianes de conocimientos secretos (esotéricos) sobre la vida, la muerte, los augurios, la naturaleza (una naturaleza mágica, con dragones, piedras mágicas, profecías, animales que hablan, muertos que caminan...), conocen todas las leyendas y los dioses, son curanderos y envenenadores, visten hábito propio, cambian el nombre en la iniciación y son célibes. Son un grupo exclusivamente masculino y aunque la mayor parte del tiempo sirven en señoríos y otras instituciones políticas como consejeros y eruditos, también tienen unos poquitos centros de formación que asemejan (como la ciudadela de Antigua) a las primeras universidades bajo-medievales. También recuerdan, por su posición ambigua entre la magia natural, el esoterismo y la política, a los druidas, que también eran relativamente solitarios al tiempo que servían a señores, y también se cree que tenían una especie de clubes y reuniones periódicas. No he encontrado nada sobre su origen, y sigo buscando... 

  3. El tercer gran sistema es el de los dioses antiguos, aunque está menos organizado, puesto que no parece tener especialistas propios, o mejor dicho, los que había se han extinguido. Los dioses antiguos son los dioses sin nombre de Los Primeros Hombres y de los Niños del Bosque, y se veneran especialmente en el norte, la región donde los ándalos (el pueblo de Los Siete) no llegó. Más que un panteón, lo que forman es una legión animista que incluye animales, ríos y piedras, pero tienen un protagonismo especial los árboles, concretamente los arcianos, que tienen un rostro tallado en el tronco y se consideran omniscientes. Sin duda ello recuerda a las tradiciones célticas, donde el culto de árboles es bastante conocido y es conocido también que los celtas adoptaban las religiones naturalistas locales allá donde iban (lo cual tiene lógica si pensamos que "Los Primeros Hombres" llegaron del sur sin dioses conocidos y adoptaron los locales, los de los Niños del Bosque). Hasta cierto punto, forzando la historia para adaptarla al mito de George Martin, tiene sentido que estos dioses (que imitan a los célticos) fueran anteriores a Los Siete (que se parecerían más al panteón germánico de los sajones, cuya presencia en las islas es posterior, constituyendo una segunda invasión significativa).
    Ned Stark en el su "templo"
    No obstante, esta es una religión fuertemente privada y los únicos especialistas en los dioses antiguos son ellos mismos un mito: los desaparecidos niños del bosque y sus arrinconados herederos, los verdevidentes, que aparecen en la saga en las leyendas del norte y más allá del muro (un muro ciclópeo y mágico que separa las tierras del norte de las siempre nevadas tierras salvajes, y que dime tú a mi si eso del muro no recuerda al muro de Adriano y al de Antonino en Gran Bretaña). Todavía no tengo claro quién hizo los hechizos para el muro que levantó Brandon el Constructor (héroe civilizatorio típico, clase II), aunque claramente toda su leyenda pertenece al sistema de los antiguos. También pertenecen a este sistema los "cambiapieles" (varios personajes que tienen la facultad de introducirse en la conciencia de animales y ver o actuar a través de ellos). Este sistema es mi favorito.
  4. El cuarto sistema, que ya se ha hecho muy visible en la serie, es uno de los dos grandes monoteísmos que aparecen: la fe de R'hllor, Señor de la Luz (y la oscuridad), el Dios Rojo, que también tiene una antítesis siniestra en el Gran Otro. Este sí que tiene semejanzas con Yaveh Sebaot, el dios de los ejércitos del Antiguo Testamento, un dios justiciero y maniqueo cuyo sentido del bien y del mal se circunscribe a si le rinden culto o no. La fe, esto es, el asunto de creer o no creer aparece en este sistema como mucho más fundamental que en los demás. Aparecen pocos sacerdotes de R'hllor, a pesar lo importante y presente que se hace en la obra, y como el antiguo Yaveh de los hebreos no tiene un sistema eclesial extenso. No obstante, su culto consiste en honrar al fuego y recitar plegarias, algo que recuerda más bien al Zoroastrismo. Sus sacerdotes se caracterizan por obtener su conocimiento de revelaciones que R`hllor les hace a través de las llamas del fuego. Este tipo de revelaciones no aparecen en los sistemas anteriores con la misma forma. También su ciclo mitológico guarda relación con una profecía mesiánica que lo distingue de los otros sistemas (entre los septones hubo una profecía así por Aegon el Conquistador, pero está rutinizada en el presente y eso hace dos sistemas diferenciados, uno marginalmente milenarista y otro estrictamente mesiánico).
  5. El otro monoteísmo significativo de la saga es el del Dios Ahogado. Este sistema es tan simple como el anterior en sus desarrollos teológicos, rituales e institucionales, pero no es mesiánico y no se da en la isla principal de la saga sino en las llamadas Islas del Hierro, un lugar brutal y yermo donde se enorgullecen de vivir del saqueo. De alguna forma el propio Dios es yermo también y en cualquier caso su culto es local, asociado justamente al mar, las costas, y el significado local del ahogamiento. Su principal rito consiste en meter la cabeza del devoto en el agua (en la foto, la versión "filmable"), a veces hasta que se ahoga y tienen que revivirlo. No obstante, tienen uno de mis lemas favoritos: "lo que está muerto nunca puede morir, sino que se alza de nuevo más duro y más fuerte" y lo repiten a todas horas. Aunque su sacerdote cree tener revelaciones del Dios Ahogado son tan inciertas que no está seguro de si han sido revelaciones o autoengaños, a diferencia de los seguidores de R'hllor. Otra diferencia fundamental consiste en que el Dios Ahogado no hace lo que Weber llamaba "proselitismo sectario", o sea, que no intentan evangelizar a nadie fuera de las islas del Hierro (los anteriores sí, y son muy cansinos).
  6. Si bien los anteriores pueden considerarse los sistemas más importantes de la región principal, Westeros (Poniente), hay otros grandes sistemas en otras regiones (las "Ciudades Libres") que son secundarias en la saga, aunque un par de ellas al menos tienen un papel central en la historia. El más interesante me parece el del Dios de Muchos Rostros, un dios de esclavos hallado por el fundador de su templo que representa la creencia en que la muerte es el fin del sufrimiento. En su templo sirven algo parecido a unos cartujos de los muertos (rodeados de sudarios y practicando la eutanasia a tutiplén) pero este sistema también tiene una hermandad de hombres libres (seglares) que no visten ni hábito ni nada que les identifique (de hecho se llama la Hermandad de los Hombres Sin Rostro) y son expertos asesinos (perdón, suministradores de alivio existencial) como el Jaqen H'ghar que ya ha salido en la segunda temporada de la serie susurrando su letanía: Valar Morghulis (todos los hombres mueren). Aunque lejanamente, cabe relacionar el tema con cierta mitología de los nizaríes (Hashashin), aunque está por ver si Martin le saca más jugo a esto o qué.
  7. Otro de los sistemas de las Ciudades Libres interesante es el de los brujos de Qarth y su Casa de los Eternos. El principal interés de este sistema, poco descrito aunque aparentemente bastante complejo y desarrollado, es que su centro es un extraño oráculo donde, por lo general, uno entra y no sale, incluidos los propios Eternos. Este tipo de organización representa un sistema religioso totalmente original con respecto a los demás, precisamente porque, aunque hay visiones y profecías por casi todas partes, este es el único sistema en el que la profecía está tan institucionalizada como para que el oráculo sea el elemento central. Gracias al episodio de Daenerys de la Tormenta que George Martin centra en la Casa de los Eternos tenemos una muestra del magnífico talento del autor para presentar qué son las profecías, cuál es su estatus, cómo se articulan con la vida y las personas, qué significan y qué no significan... En fin, algo muy acertado que recuerda al papel político y religioso de Delfos. 
  8. Hay muchos otros sistemas en las Ciudades Libres así como elementos sueltos (tipo los dragones, los "caminantes blancos", etc.) que mejor me ahorro porque como veis esto es un sindios. Sin embargo, no quisiera dejar de mencionar un último tipo de sistema que pasa desapercibido por las mentes iglesiocéntricas de Occidente: el de las brujas, adivinadoras y sanadoras/enfermadoras de Poniente. De vez en cuando, muy de vez en cuando, se menciona a una de estas mujeres en el libro. Aunque no forman parte de una organización ni tienen un culto específico, sí que deben considerarse como un sistema cultural de brujería característico, y de hecho muy mitologizado a principios del XX gracias a la antropóloga y egiptóloga Margaret Murray (y posteriormente de los Gardneres de la vida). Aunque a la obra de Murray se le puede dar más o menos el mismo tratamiento que a la de Carlos Castaneda (o sea, que se inventó lo que le venía bien, ver si no las críticas de Lucy Mair), sí que planteó justamente esta idea de que entre curas y druidas machotes había un tipo de religiosidad naturalista practicada por mujeres en situación de marginalidad social (léase, sin hombre de referencia en un mundo de derechos masculinos) que se dedicaban a todo tipo de ritualística menor y en sistemas clientelares (a diferencia de las alianzas políticas de las organizaciones masculinas). Bien, pues esto también sale en Canción de Hielo y Fuego.
Después de semejante chapa, supongo que cualquiera puede llegar a la conclusión de que la trama religiosa de la saga no sólo es curiosilla, es que tiene una enjundia de cuidado. Lo que personalmente más me gusta de la forma en que Martin trata el tema son dos cosas, además de respetar su complejidad y acertar en que cada sistema tenga una referencia histórica y antropológica identificable (lo que le da coherencia y credibilidad). 

Primero que no es cargante ni sensacionalista. Aunque hay momentos en los que la magia o los dioses le dan un tinte rarete a la situación (momento profecías en la Casa de los Eternos, por ejemplo), todo guarda un equilibrio razonable y la saga no es en absoluto un flasheo mágico para adolescentes que saltan de Harry Potter a Los Tronos. No. Se trata de una mezcla siempre pertinente de religión, cultura, historia, política y economía en la que cada cosa tiene su lugar y no más. 

Y segundo, es fascinante contemplar un paisaje de pluralismo religioso antiguo como este. La mayor parte de las novelas y pelis que una lee muestran sistemas religiosos únicos, o como mucho dos sistemas en un esquema evolucionista (brujería antigua, dioses más tarde) o acaso sistemas en conflicto (en plan choque de civilizaciones). Sin embargo, en este caso se aprecia bastante bien lo que tuvo que ser el panorama alto-medieval antes de que se inventaran las inquisiciones y las persecuciones religiosas modernas. Como todos tenemos en la mente la referencia de la historia cristiana, en este sentido resulta especialmente fascinante contemplar el retrato de una época en la que el cristianismo era varias cosas distintas a la vez. Traducido a los sistemas de la saga, era el monoteísmo de R'hllor para unos y el sistema de septos para otros. Y al mismo tiempo. Y las religiones antiguas no eran una (el druidismo, por ejemplo, como han supuesto muchos), las religiones antiguas eran los brujos, las brujas, los maestres, los muertos andantes, la precognición, los oráculos, las cosas hechizadas o los dioses únicos de otros. Y podemos imaginar que todas las personas convivían con las creencias de los demás en un sistema cultural religiosamente múltiple como al que probablemente ahora nos dirigimos y que a pesar de todo nos cuesta tanto imaginar. 

A la vista de esto, qué pobres quedan las palabras de tantos antropólogos clásicos de la religión con sus cosas de las mentalidades y esa idea de la fe primitiva en un solo sistema mitológico. En este sentido, lo que quiero decir es que el pluralismo no está solo en la dimensión social (convivir con las creencias de otros) sino en la propia dimensión cognitiva de la cultura (comprender creencias diversas y hasta contradictorias entre sí que, sean o no las de nuestra socialización, forman parte del repertorio de la cultura y así las aprendemos). 

En fin... magnífico el Martin.

Lamentablemente, muchos aspectos de la saga literaria están siendo "modernizados" en la serie hasta el punto de que se traiciona el sentido medievalote original. De hecho, hace poco se quejaba el Dr. Prichard de que en mitad de una guerra medieval aparecieran historias de enamoramiento romántico moderno (aquí Prichard con lo suyo, claro). Como ha confirmado mi erudito de cabecera en las cosas de Los Tronos, Peter Stark, en el libro no aparece esa historia como historia romántica. De hecho, yo diría que el amor no existe excepto entre los bardos, el resto es sexo o política, no amor romántico. Así las cosas, y a la vista de este ánimo televisivo de remozarlo todo para que sea todavía más culebronazo de lo que ya es, me estoy imaginando ya lo que pueden hacer con las profecías o con algunos "actores religiosos", o sea, destrozarlo. Ayyyy...

Camino de dragón       
Y tela los que faltan!!! (perdón por el desorden, es que si no no me caben bien)

6 Comentarios:

14 de septiembre de 2012, 11:15 Anónimo dijo...

Me meten loca las historias medievales, los cuentos medivales, las iglesias medievales.
Creo poder decir que soy una neo-romantica, gracias por el tema Cornix.
Les he mangado el primer tomo a mis hijos...¡pardiez!...el formato de la letra (edición Gigamesh bolsillo) es demasiado pequeño para mi presbicia (me recuerda a la letruja de los prospectos de laxantes, de los años sesenta). Quizá mis hijos economizan en las ediciones de los libros que leen, dada mi pertinaz tacañería en su asignación para libros.

Me viene a la cabeza un joven Wagner, rebuscando leyendas y sagas de Islandia y las propiamente de tradición germánica; refriendolas todas y pasandose veinticinco años encajando las piezas para acabar por escribir "El anillo del nibelungo": obra épica de la lucha de dioses y héroes. El tema construye una saga epico-nacional que ensalza los valores del pueblo germano.

En muchas de las ocasiones en que se quiere ensalzar la pureza de una nación de una raza de unos valores, se hace devenir a los descendientes de una relación incestuosa: los dos hermanos que habiendo sido separados de infantes coinciden ocasionalmente y ¡zas! se aparean y fundan una gran nación, una gran raza, una sangre pura (purasangre es una acepción usada solamente para los caballos), unos descendientes algo superiores a los descendientes de otros apareamientos menos germanados.
Los Habsburgo por ejemplo no pasaban del segundo grado de consanguineidad, pero aun así en pocas generaciones eran casi purasangres, con la misma inteligencia pero menos aptos para la velocidad.

En fin el tema me gusta.

Ana la de la Carpetana.
Estas son cosas con las que te vas encontrando en la literatura la historia

14 de septiembre de 2012, 12:05 Anónimo dijo...

El amor romántico,....ah....,el amor romantico, cuanto me ha distraido a mi de todo lo interesante de este mundo. Como dijo un humorista gráfico: "el amor es química, el matrimonio es física y el divorcio matemáticas".

Este es un tema que no han superado los novelistas de best sellers, y es construir los problemas de una época (suele se la contemporanea), contextualizarlos siglos atrás; luego los novelistas más hábiles resuelven el conflicto en el leguaje de lá epoca (se me cruza el determinismo lingüistico, en un sí es no)y los ménos hábiles escriben los guiones de "amar en tiempos revueltos".

Gracias por el pescado.

Ana la de la Carpetana

28 de septiembre de 2012, 11:05 Anónimo dijo...

Estoy en la mitad del primer episodio y aunque no he sido "épate", por el tema de las religiones, si estoy atenta a septones y maestres; aparecen como personajes muy presentes en la vida cotidiana de los notables; no olvidemos que son los notables los personajes protagonistas de esta saga, el pueblo llano por el momento aparece de relleno, no tengo conciencia de a qué dios rezan.
Todos los personajes que no son nobles aparecen en relación a hechos circunstanciales de la nobleza; son como la comparsa, el relleno de las escenas que protagonizan los heroes de nuestra historia.

Siento la necesidad de repensar, que estos protagonistas "nobles", son los herederos de las hordas que colonizaron el continente europeo, apropiandose de los territorios y de la fuerza del trabajo (esto es puro materialismo dialectico) de los habitantes de los precios por los que pisaban sus caballos.

Un territorio conquistado a otro noble, no solo era una parcela, era la propiedad del trabajo de los individuos que allí vivian.

El vasallaje aludiendo al concepto señor protector, me hace reir hasta el mareo. Bueno yo también me rio de la narrativa que se construye entorno a los documentales de naturaleza de la "tv 2", sobre todo en lo que toca a mamíferos, el mundo de los insectos me queda mas alejado, me cuesta mas empatizar con los escarabajos peloteros que con las chotacabras.
Volviendo a la medievalidad: Estos individuos que colonizaron las culturas de Hallstatt europeas, se apropiaron de la producción de los habitantes europeos que antes habían soportado el gorroneo de Roma. Estos indoeuropeos del otro lado del Rin nos aportaron una cultura y una organización social que a veces chocaba con las culturas toleradas por los romanos. Sus dioses vinieron a esponjarse sobre nuestros dioses y....si, si lo de las relaciones incestuosas y la sangre pura, ya me lo olía yo.

Ana la de la Carpetana

14 de octubre de 2012, 8:35 Anónimo dijo...

En fin...magnífico el Martín.

Ya me voy coscando de como influyen las diferentes construcciones religiosas, o lo que queda de ellas en la legitimación de las diferentes construcciones sociales y sus aspiraciones de trascedencia, hegemonía,etc, etc. ....¡Es bárbaro!.

Estos debieron ser a los que los romanos llamaron "barbaros del norte". Pero yo creo identificar muchas de las actitudes de estos nobles barbaros, personajes de esta saga en multitud de las actitudes que aparecen en los sucesos de los "news" e incluso en las sobremesas de mis comidas familiares....y pensandolo un poco tambien en las páginas salmón de los periodicos.

A. C.

17 de octubre de 2012, 13:30 Anónimo dijo...

En el juego de principes y princesas, reyes y reyas, lores y loras, seres y seras no se retrata ninguno de mis antepasados.

Mis antepasados debían ser parte de las tierras o la misma tierra que estos personajes cabalgaban.

Se comieron los pollos, las ovejas y los cerdos que mis antepasados domesticaron y criaron, los alimentos que mis antepasados le arrancaron a la tierra con tanta voluntad como el deseo de sobrevivir, y fueron los señores que se adueñaron del territorio y de la fuerza del trabajo (por estirarme con terminos del materialismo dialéctico)de mis antepasados. Sus herederos salen el la revista "Hola". Los herederos de mis antepasados,....., compartimos las fotos de nuestros mayores por internet.
No se parecen a ellos, en las fotos de mis abuelos la forma vale, pero el fondo (vacío de jarrones y oropeles)es muy diferente.

Se me apodera la vena jacobina,...., me voy a cenar.

A.C.

1 de enero de 2014, 21:08 Anónimo dijo...

. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
EN LA CONDUCCION DIARIA

Cada señalización luminosa es un acto de conciencia

Ejemplo:

Ceder el paso a un peatón.

Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

Poner un intermitente

Cada vez que cedes el paso a un peatón

o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años

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