Antropoturmix es una batidora multifunción mutante que viaja por la galaxia en misión parroquial, explorando ritos y creencias de otros mutantes
gracias por el pescado

perezas rituales

Juo, juo... insisto con extravagante entusiasmo en que nuestra cultura religiosa se define más por el aburrimiento y la apatía que por la fe o incluso por la propia idea de Dios cristiana. Aburrimiento y apatía, juo, juo... Igualmente, la cultura religiosa de nuestro país, y muy concretamente una de sus manifestaciones peor entendidas y más desenfocadas en la investigación social, o sease, el "ir a misa", el único rito verdaderamente central, el pilar de la cosa religiosa... el ir a misa no se entiende como práctica cultural sin la inconmensurable pereza que abate a los creyentes cada domingo desde la más tierna infancia. En un acierto conceptual apoteósico, J. L. García llamó a esto "delegación ritual", esto es: "ve tú y ya me cuentas lo que dice el cura". Perezón y gordo.

Mientras hago mi trabajo de campo entre budistas caigo en la cuenta de que la pereza y la apatía reaparecen en la cultura ritual. Ya decía el animal de Malinowski que la inercia y el aburrimiento son factores fundamentales de la cultura. Y lo decía en serio. ¿Por qué cantar un mantra es obligatorio, obligatoriamente rutinario e idéntico a sí mismo? Dos vecesa al día, miles de personas hacen acopio de energía para juntar las palmas de las manos sobre su rostro y recitar versos japoneses sobre lo sublime de la Ley Universal que subyace en el fondo de las cosas. Hermosos versos que hay que aprender a recitar en japonés sin saber muy bien qué rayos está uno murmurando. Uno de esos días, después de recitar, alguien me pidió que expusiera mis ideas sobre esta práctica. Con cierta congoja, confesé que me resultaba prácticamente imposible disponerme a cantar el mantra a solas. Yo no he rezado nunca. Aunque puedo sentir emociones religiosas, carezco del más mínimo entrenamiento cultural para el rezo (de hecho la mayor parte de mi vida no he sabido ni qué rezar). Algunos amigos en esta práctica me dijeron que me esforzara más. Otros me dijeron que no me esforzara en absoluto. Y todos confesaron que a ellos les daba un perezón mundial ponerse a musitar palabros sobre la ley mistica bien sea por el cansancio del trabajo, o por no levantarse antes de la cama, o por ponerse a cenar al llegar a casa, o porque hacer mantras con el estómago muy lleno o muy vacío no cuadra...

Total, existe doctrina abundante sobre las razones por las que los ritos tienden a ser cansinos, igual que existe doctrina abundante sobre las razones por las que otros ritos tienden a ser justamente todo lo contrario (extraordinarios y lúdicos). Pero no encuentro todavía un respeto apropiado por esas emociones sin las cuales el rito no podría operar como instrumento de disciplinamiento: apatía, aburrimiento y pereza.



Y para promover el adecuado respeto por las emociones blasfemas, aquí dejo una dirección para descargar wallpapers budistas... y no dar golpe.
http://buddhaonthewall.wordpress.com



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