La lucha por acceder al conocimiento, o siempre nos quedará Bastide.
Episodio 1: El patito feo (mi objeto de estudio) y el Cisne
Cuando por fin el tsunami de ideas que supuso pensar así en frío - tras dos años de inactividad académica que no antropológica, porque ese ojo antropológico que nos sale es como montar en bici- un tema para el interesantísimo seminario de religión se hubo ordenado mínimamente, comencé mi búsqueda.
Lo menos extraño que me sucedió fue tener que sustituir en el espacio palabra clave sociología por antropología; ya en el primer año de antropología me dí cuenta de quién noquea a quién en el ring complutense, y a mi personalmente no me molesta en absoluto, es más, nunca he entendido ese pique entre estas dos logías, con lo bien que nos podíamos llevar...será porque no entiendo mucho de política.
Me emocioné gratamente al descubrir los libros del sociólogo francés Roger Bastide sobre religiones africanas en Brasil pero, como decía hoy sabiamente Mónica, a los antropólogos nos cuesta trabajar con fuentes secundarias con telarañas, así que decidí buscar más bibliografía.
En un principio tampoco me sorprendió que los dos únicos libros - a parte de los de mi cada vez más apreciado Roger Bastide- sobre el tema concreto (los temas no son como los casos, no?) que me interesaba se encontraban en la biblioteca de Geografía e Historia, y es que, a quién se le ocurre leer sobre Brasil en España, con la de antropología nacional sobre temas tan apasionantes y exóticos como los vaqueiros de alzada, las meigas, las meninas y otros...?que le voy a hacer yo si me atrae América Latina.
A pesar de la nieve, pensaba desplazarme hasta el otro campus en busca de las dos joyas, porque me tomo esto en serio, pero cual fue mi sorpresa al ver en el catálogo de la biblioteca su estado: VENCE 25-06-01RETRASO-RECLAM. Interpretad. Todavía me quedaba algo de esperanza cuando esta mañana la amable empleada de la biblioteca me ha confirmado por teléfono que efectivamente los ejemplares están perdidos - estás palabras quedaron resonando en mi cabeza toda la mañana- y me ha dado la posibilidad de solicitar la compra de los mismos. Opción por cierto que os recomiendo ante un caso de indefensión bibliográfica, por pedir que no quede.
Me han surgido muchas preguntas e hipótesis ante este hecho sucedido hace ya ocho años: ¿Algún cruel profesor universitario le obligó a hacer un trabajo sobre este tema tan arriesgado?¿Era otro bicho raro como yo que decidió investigar sobre las religiones afroamericanas en Brasil y quedarse con los libros dada la escasez bibliográfica en esta universidad?¿Desapareció él y con él los libros?¿o le hicieron desaparecer?
Un último detalle anecdótico: el primer tomo de la Sociología de la Religión de Bastide está disponible en la biblioteca de Políticas y Sociología como préstamo normal, pero el segundo sólo para fin de semana. Al preguntarle (ingenua ya con mi edad) a la bibliotecaria por la causa de esta medida me ha respondido con un aséptico pero amable: nosotras no hacemos las normas. Por supuesto. Menos mal que lo tenían en el depósito de la biblioteca de Económicas y Empresariales, y dado el aspecto del ejemplar y la recién estrenada ficha que le han pegado, creo que he sido la primera persona en solicitarlo en varias décadas.
Último episodio: Las nuevas tecnologías....de la información?
Así que, a pesar del riesgo de dispersión que sufro en internet, decidí explorar este medio que, a pesar de las restricciones cada vez más frecuentes de bases de datos y revistas de ciencias sociales antes abiertas, es el que me ha proporcionado mayor información actualizada sobre mi tema de interés.
Y al llegar a casa, de nuevo malas noticias: me acaban de responder cortésmente de la revista brasileña Horizontes Antropológicos, diciéndome que el número 3 de dicha Revista, dedicado íntegramente a religiones afroamericanas (casi me hago creyente cuando lo ví) infelizmente, encuentra-se esgotado, o lo que es lo mismo, agotado.
En conclusión, perdida y agotada, me planteo si estoy investigando un secreto gubernamental o si se está haciendo más difícil el acceso al conocimiento, ante lo cual la solución más satisfactoria que se me ocurre es animaros a producir más, conocimiento.
1 Comentario:
Hmmm, lo dicho, estamos rodeados de índices, abstracts, títulos, autores, más autores, más indices, más bases de datos sobre datos y más datos, pero... ¿dónde están los libros?
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