Antropoturmix es una batidora multifunción mutante que viaja por la galaxia en misión parroquial, explorando ritos y creencias de otros mutantes
gracias por el pescado

La religión es como el pisto...

Leo con entusiasmo un post de Harvey Whitehouse en el blog de la oligarquía cognitivista (International Cognition and Culture Institute). Dice Whitehouse que estaba cenando un día de estos con unos amiguetes y la conversación le llevó a una curiosa y fértil metáfora: ¡¡la religión es como el ratatuille!! El ratatuille viene a ser como un pisto, sólo que como es de Niza parece que... En fin... la cosa es que Whitehouse y amiguetes discutían cuál es el origen y la receta del pisto provenzal, y se dieron cuenta de que había muchos orígenes y recetas. Cáspita. Oh cielos. Así que nuestro Harvey pensó que esto era un poco lo que pasaba con la religión...

¿Cuántos pistos conoce usted... sólo en el Estado Español? El manchego, el extremeño, el navarro y acabo de encontrar uno "tradicional vasco"... que no me aguanto la guasa sobre la patrimonialización de los bienes cósmicos todos por parte de el adjetivo vasco, qué poder, qué energía cualitativa oyes... Bueno, además los hacemos sin carne, con carne (de pollo, de choricillo, de lomo de orza...), de pimiento y cebolla sólo, con berenjena, sin berenjena, con patata, sin patata... Y aunque la mayoría tienen salsa de tomate, uno de los que yo suelo hacer a menudo es a la tunisien, con el tomate picado fresco en vez de en lata, sobrao de azafrán y comino que apesta pero a mi me encanta. Bien, ¿cuántas recetas de religión conoce usted... sólo en el Estado Español?

Aparte de la previsible religión tradicional vasca y la Iglesia -católica- Vasca de la que hablan por la tele cada cierto tiempo, conozco en España practicantes de muchos tipos de religiones y también de espiritualidades y desde luego, ya que me especialicé en catolicismo, les puedo asegurar que cada parroquia que he conocido es un pisto distinto. La economía simbólica del cognitivismo llevó la otra noche a Whitehouse a improvisar cuatro categorías generales para clasificar la heterogeneidad religiosa (del mundo, ojo) dependiendo de sus ingredientes.
1.- Un tipo de fiestuqui sagrada, estética, sensorial, etc.
2.- Rollo terapia
3.- Tipo búsqueda, exploración de los misterios de la existencia
4.- En plan escuela, catequesis, transmisión de la doctrina
Como profe, me pregunto si no basta con asistir a clase de Reli para caer en la cuenta de que estas son hipótesis clásicas de la Antropología, y no tanto una ocurrencia limitadamente ingeniosa fruto de "too much table wine perhaps", como dice Whitehouse, a propósito de un pisto franchute.

Como antropáfaga, me pregunto hasta qué punto la manía de clasificar las religiones una y mil veces no es un esfuerzo academicista un poco engañoso, como clasificar las corrientes artísticas de las que todos los artistas se quieren escapar, o los estilos musicales que todo el mundo fusiona... ¿No es más justo con los hechos estudiar su condición inespecífica, su borrosidad, su persistente tendencia a escapar de las clasificaciones académicas...? El sincretismo, la creatividad, la heterogeneidad cultural siempre en fuga, la invención de la tradición me parecen mucho más interesantes como objeto de estudio.

Como batidora multifunción mutante, opino, sin embargo, que la metáfora es mucho más fértil que las conclusiones del intérprete. Que la religión sea como el pisto significa que no hay necesidad alguna de clasificarla, etiquetarla, tradicionalizarla, atarla a una ciudad, una provincia, un país, a nada. Significa que cada uno la compone con lo que tiene en la nevera, que no es lo mismo siempre, ni para los mismos siempre, ni se hace por las mismas razones porque los ingredientes de un pisto estándar (los elementos componenciales del pisto universal) bien pueden formar parte de una paella, de una guarnición, o de un hojaldre relleno al horno.


Y por último, como currante del oficio, diré que hay que ver lo que da de si pertenecer a la aristocracia de las castas pensantes. Si se me ocurre a mi escribir esto en un artículo me corren a gorrazos los colegas por cutre. Pero si lo dices en el blog del Instituto de Cosas Cognitivas Del Cagarse es un ideón que no veas. ¿Envidia cochina? ¡Orgullo del subalterno, oiga! En cualquier caso, yo lo consultaría con el Tío la Vara para salir de dudas.



Y mientras tanto, a ver si vamos pensando ya en hacer un Instituto de las Cosas que Tal y Cual Del Cagarse También, chatos, que todo es ponerse.

1 Comentario:

22 de noviembre de 2010, 7:23 Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo, la religión como el pisto se confecciona con lo que hay en la nevera. Lo que me llama la atención de la religión/ones son dos cosas: a) la capacidad de agregación y b)la capacidad de generar identidad/dades.


Yo creo que por fijarme en la mas cercana, la católica, siempre me ha chocado, que las pretensiones de unidad, eclesia, ecumene no es mas que la lucha de la jerarquía por evitar los dioses locales, particulares, familiares,...,pero,....pero,...,pero, estas pretensiones no consiguen evitar que en cada pueblo, las diferentes diosas se disfracen de las diferentes advocaciones de virgenes o de santas milagreras, que los dioses se presenten bajo la apariencia de los diferentes santos patrones, santos cristos, etc. En cada pueblo hay un santo, una santa o un santocristo, que cuan totem aglutina un sentimiento identitario y lo diferencia del de el pueblo de al lado, y a sus habitantes de "los otros" los no habitantes. La jerarquía homogeniza, las devociones con rituales comunes: la misa, las procesiones, etc. pero la gente, planta chopos, levanta hogueras, frien rosquillas, o hacen magdalenas.

La jerarquía que detenta el poder, capitaliza estos sentimientos y los contiene, los terjiversa, los reprime o los ensalza; y todo para mantener el mayor club de solteros del mundo, cuyo presidente (el papa de Roma) mantiene sucursales abiertas en todo el mundo (las iglesias de los pueblos)con funcionarios mal pagados(los curas)en la base, pero que detentan un prestigio que no tendrían si hubieran permanecido en la categoría epistemológica de indefinición sexual de los solteros,los curas marcados como seres sexualmente inactivos (ya sé, ya sé,todos sabemos que no siempre es así)obtienen un reconocimiento social, que no podrían tener como solteros, y van marcados por una indumentaria con sayas.

Lo de considerarse el pueblo elegido es otro cantar, pero eso todavía no lo tengo tan pensado, cuando lo rumie algo mas ya habrá ocasión para comentarlo.

Ana la de la Carpetana

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